martes, 10 de junio de 2014

Introducción


Tetela del Volcán


Tetela del Volcán, es uno de los municipios del Estado de Morelos más cercanos a las faldas del volcán Popocatépetl, fue un lugar de asentamiento de grupos descendientes de los olmecas-xicalancas en la época prehispánica,  aquí se encuentran dos de los conventos que forman parte de la Ruta de los Conventos del siglo XVI , declarados como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1994 por la UNESCO.



El primero se encuentra en la cabecera municipal,  está consagrado a San Juan Bautista  construido entre 1571 y 1581 por las órdenes agustinas y luego habitado por dominicos bajo la dirección de fray Juan de la Cruz. En él podemos admirar la pintura mural en el claustro, un atrio con un desnivel impresionante y unos bellos contra fuertes que le confieren la característica de ser una construcción de tipo fortaleza. Es de mucha importancia para la historia de México ya que durante la Revolución Mexicana, fue utilizado como cuartel de las tropas revolucionarias.








El segundo convento está situado en la población de Hueyapan y lleva el nombre de Santo Domingo de Hueyapan. Este convento es mucho más austero, con un claustro de un solo piso y techos de vigas y teja. Es el guardián del Nicho de Hueyapan, labrado en madera en una sola pieza en el siglo XVIII por el maestro Higinio López, una de las muestras de mayor belleza de arte sacro.





Sitios de interés turístico

Los sitios de interés turístico más importantes son:
"El Salto"
1.    Ex convento de San Juan Bautista.
2. Ex convento de Santo Domingo de Hueyapan.
3.    Capilla de San Jerónimo.
4.    Capilla de San Bartolo.
5.    Capilla de San Agustín.
6.    Capilla de San Miguel
7.    Capilla de Santiago.
8.   Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe.
9.    Capilla de Xochicalco.
10. Presidencia municipal.
11. Mercado.
12. Plaza de toros.
13. Zócalo.
14.  “EL salto” cascada.
15. Truchas (parador turístico).
16. Venados (parador turístico).

17. Arco entrada.


Tétela del volcán ofrece un precioso recorrido a través de la barranca de Amatzinac, en un camino empedrado de aproximadamente 10 km de longitud junto a un pequeño río producto del deshielo del volcán Popocatépetl.  Se puede admirar un pequeño paraje donde son avistados venados en corrales, hay juegos infantiles, un restaurante y tiendas de artesanías. Más adelante en el camino, se encuentra un criadero de truchas donde se puede disfrutar de este delicioso pescado servido al momento y deliciosos antojitos mexicanos. Al final de este recorrido podrá admirar “El salto” que es una bella caída de agua.



Ex convento San Juan Bautista


Historia

En la época prehispánica Tétela del Volcán fue asentamiento de grupos descendientes de los olmecas-xicalancas que habitaron las faldas de la cierra nevada. Al desintegrarse el imperio tolteca se presentaron las migraciones de grupos que llegaron del valle de México, desplazando a los olmecas a lugares más allá de la sierra madre. Posteriormente llegan a Tétela del Volcán los Xochimilcas, extendiéndose hasta otros pueblos del sur del Ajusco como Tepoztlán y Oaxtepec. En el año 1503, Tétela del Volcán y Hueyapan fueron sometidos por Moctezuma II; Bernardino Vázquez de Tapia y Pedro de Alvarado, fueron los primeros españoles que llegaron a estas tierras en 1519.

Moctezuma II

Es hasta después de la caída de Tenochtitlán cuando Cortés llegó hasta Tétela del Volcán, donde encontró a los indígenas dispuestos a resistirse sin lograrlo; lo anterior gracias a la intervención de María de Estrada y a su esposo llamado Pedro Sánchez Farfán quienes lograron la victoria de los españoles, por lo que Cortés les premió con la encomienda de este pueblo. La encomienda fue recuperada en 1561 y en 1665 el pueblo ya aparece como “realengo”, administrado por el corregidor Cristóbal Martínez de Maldonado. Tétela del volcán fue catequizada junto con Hueyapan en 1539, por el padre Pedro Moralejo, gran amigo de Hernán Cortes. Las autoridades indígenas a principios de siglo XVII funcionaban como ayuntamiento, no se sabe cuándo se introdujo este sistema, pero se supone que mientras existió el caciquismo coexistieron las formas de gobierno indígena y colonial; y tal vez al hacerse el pueblo cabecera de corregimiento, se introdujo el ayuntamiento. En el año de 1784, Tétela del volcán fue incorporado a la Subdelegación de Cuautla, perdiendo la cabecera distrital que paso a esa ciudad, pues al principio del siglo XVII y al desaparecer los corregimientos y alcaldías, volvió la localidad de Tétela del Volcán a ser simple pueblo tributario de la corona. Esta población tuvo varias luchas por defender sus tierras, entre las que se pueden mencionar la de los años de 1649, 1710 y 1712. Al crearse el Estado de Morelos, Tétela del Volcán, perteneció a la entidad como pueblo del municipio de Ocuituco. Durante el régimen de Don José Refugio Bustamante, se elevó a la categoría de municipio el día 31 de enero de 1937 por medio del decreto Núm. 903 que promulgo la XXVI Legislatura del H. Congreso de la Unión.

Fiestas y Tradiciones



Tradiciones

Tradición heredada


En este sitio se llevó a cabo, como cada año, La Huehuenchada. Es una tradición heredada por generaciones: los pobladores se disfrazan de curiosos y típicos personajes de un pueblo: un ropavejero, bolero, panadero, policía, globero; una pareja de viejitos, de novios con todo y sus padrinos, por mencionar algunos; son numerosos los creativos personajes que se dejan ver en la festividad del Día de Muertos. Los huehuenches representan a los difuntos que salen de sus tumbas a visitar con alegría a sus familiares y bailan por las calles, del 31 de octubre al 2 de noviembre, al ritmo del alegre compás del Acapulco Tropical.
“Los huehuenches salen del panteón porque se supone que ellos representan a las almas que nos vienen a visitar”, decían nuestros abuelos.



Los sayones


La Semana Santa se viste de colores en Tetela del Volcán con Los sayones, tradición ancestral que año con año aumenta su número de seguidores. Los sayones son personajes que escenifican a los soldados que crucificaron a Jesús. Usan sombrero de colores y dimensiones extraordinarias, máscara de cuero, machete, capa y peto.
Los sayones se acompañan de motocúes, personajes que visten de color verde y amarillo, sin sombrero y con dos máscaras: una al frente y otra en la nuca. Éstos se encargan de mantener el orden de los sayones, para lo cual usan cadenas. Otros personajes muy importantes son los cuatro reyes que dirigen a los sayones, van vestidos de colores y corona, y en su mano traen una botella llena de pintura que simula la sangre de Jesús.






















La segunda semana de febrero es la celebración religiosa en el convento de Tetela; el 4 de agosto, la fiesta al santo patrono de Hueyapan; el 29 de septiembre, funciones religiosas, en honor a la Divina Providencia, además de peleas de gallos y jaripeos; y la famosa celebración de la Feria del Higo.





Leyendas


Cuentan que los primeros españoles, que llegaron para someter al pueblo, estaban encabezados por una mujer muy valerosa de nombre María Estrada, quien —a caballo con lanza y adarga, y al grito de “Santiago y a ellos”— sometió a la población.

Artesanías

La localidad de Hueyapan cuenta con un arraigo cultural prehispánico muy profundo, aún se conservan y se producen algunas artesanías como las prendas de su traje típico, consistente en: (Mujeres) falda negra de lana (Chincuete), faja roja de lana (Ilpigatl), blusa blanca bordada, rebozo negro de lana (Pallo) y sandalias de ixcle (Fibras de maguey) (Ixcalis).





Así también para el hombre, gabanes y bufandas de lana. Todas estas vestimentas son elaboradas por medio del telar de cintura.







Es importante mencionar dentro de las artesanías, la manufactura de la vestimenta de sus fiestas típicas donde las máscaras utilizadas para las danzas y los trajes son hechos por los habitantes, quienes enseñan generación tras generación, el arte de la pintura, confección y cuidados del arte tradicional.